La regeneración natural de la piel tarda unos 28 días en realizarse, esto ocurre de forma espontánea cuando se es joven, las células muertas de la piel se desprenden y son restauradas por células nuevas. Pero esta renovación es lenta, sobre todo si se atraviesa un periodo de debilidad, tensión... y como consecuencia la piel pierde su oxigenación y humectación natural, se ve apagada y marchita al no poder absorber los nutrientes que necesita.
Para que la piel se vea uniforme, sana y luminosa es necesario exfoliarla al menos una vez por semana (depende del tipo de piel). Dando un suave masaje con algún producto que ayude a eliminar las células muertas. Es necesario elegir bien el producto según nuestro tipo de piel, todo lo que yo voy a recomendar es porque me funciona y es adecuado para mí, que tengo la piel grasa y bastante gruesa.
Para el cuerpo me gusta utilizar este tipo de guantes exfoliantes, son muy finitos y rascan sin hacer daño (los guantes de crin son los más efectivos pero a mí me resultan muy dolorosos). He probado algunos exfoliantes corporales y me quedo con el de Deliplus forever:
Para la cara suelo usar el exfoliante oil free de Deliplús, es barato y dura muchísimo si lo usas una o dos veces por semana. Aunque si queremos una opción de ingredientes 100% naturales, un poco subido de precio podemos caer en la tentación de Lush, el Dark Angels. Está hecho con carbón, azúcar moreno, aceite de sándalo... deja una suavidad increíble. Lo he probado y... ese es el problema, hasta ahora siempre que he probado algo de Lush lo he tenido que comprar!!!
Para exfoliar correctamente debemos humedecer la piel, aprovechando por ejemplo los vapores del baño para que la piel se reblandezca y los poros se abran. Aplicamos el producto dando un masaje circular, retiramos con agua tibia y aplicamos tónico y crema hidratante en la cara.
También se pueden hacer diferentes exfoliantes caseros con ingredientes que tenemos en casa, como el azúcar o la sal.